EL CAMINO ESPIRITUAL

 EL CAMINO DEL DESARROLLO ESPIRITUAL

INDICE

1) El camino espiritual

2) Los obstáculos del desarrollo espiritual

3) Etapas del desarrollo espiritual


EL CAMINO ESPÍRITUAL

Algunas personas creen que con sólo pensar en cambiar de forma de vida, en desear ser mejores o en elaborar ideas para llevar a cabo tal propósito, ya están en el camino del crecimiento espiritual. Esto puede ser sólo un engaño de sus mentes, puesto que sólo se emprende de verdad ese camino cuando se es consciente de ello en el interior. Es pues una cosa de la Consciencia y no del nivel mental. De lo contrario, daremos vueltas y vueltas y al final siempre volveremos al punto de partida y todo lo que hagamos será una pérdida de tiempo. El aspirante debe tener un cambio de Consciencia que es un cambio interno, no un mero cambio de hábitos o costumbres.

Cuando una persona decide emprender el camino del crecimiento espiritual, debe ser consciente de que se trata de iniciar una nueva vida en la que lo más importante es seguir adelante en el camino de la evolución.. Al principio es posible que sintamos que nuestro interior está vacío, y que tenemos que ir llenándolo poco a poco. Es necesario tener en cuenta que se nace a una vida nueva, y que al igual que el niño que acaba de venir al mundo, las personas que emprenden el camino, tienen que irse acostumbrando a su nueva condición. Un bebé, con los sentidos físicos aún en desarrollo, no puede percibir perfectamente el mundo que le rodea, necesita ir madurando poco a poco para sacar de aquellos todo el provecho posible. De la misma manera, el caminante espiritual necesitará tiempo para asimilar los nuevos conocimientos y ponerlos en práctica.

Al iniciar el camino uno puede escoger trabajar su crecimiento interior dentro del mundo o aislado del mismo. Se puede ser una persona corriente, con su familia, su trabajo, su vida en sociedad; o entrar en un monasterio, retirarse a una montaña, o ser un anacoreta. Cualquier camino es válido, pero el de la vida en sociedad ofrece la oportunidad de experimentar numerosas sensaciones y tener muy variadas experiencias. No es pues en absoluto necesario el aislamiento, que incluso puede ser contraproducente para algunas personas.

Uno de los errores de muchas personas que desean llevar adelante su desarrollo espiritual es creer que éste es más fácil o más completo si acuden a lugares supuestamente sagrados, a monasterios o templos, o se aísla del mundo en una montaña o en una cueva.  Es importante tener en cuenta que de nada sirve hacer cualquiera de estas cosas si no se tiene verdadero propósito de iniciar una nueva vida y si no se pone todo el empeño en ello. Todo lugar donde se hace meditación y oración, es sagrado. Allí donde cada persona trabaja para elevar su nivel de Consciencia, para contactar con los planos superiores, para abrir canales de comunicación con la divinidad y con la Naturaleza, allí está su templo, su monasterio, su montaña y su cueva.




LOS OBSTÁCULOS DEL DESARROLLO ESPIRITUAL



Son muchos los obstáculos que la persona que trabaja para su desarrollo espiritual, encuentra en el camino. A eso le llamamos Fuerzas Adversas internas y externas: 

Internas:  Las que provienen de nuestro interior (Pereza, dudas, temores, pesimismo)

Externas:  Las que provienen de nuestro entorno (Familia, amigos, pareja, trabajo, circunstancias diversas)

Nadie escapa a su influencia, siendo las internas las que normalmente son más difíciles de superar.  En cualquier caso ambas son la causa del abandono del camino espiritual.   Algunas personas tienen desde el principio la fuerza de voluntad suficiente para no abandonar.  Pero son muchos los proyectos de empezar una vida nueva que fracasan en los primeros días o en las primeras semanas.  Esto sucede porque los seres humanos tienden a actuar siempre de acuerdo a los hábitos que adquieren en su vida, y les cuesta cambiarlos.  Por otra parte, les seduce más aquello que requiere menos esfuerzo y cuya gratificación es inmediata.  Así por ejemplo son capaces de hacer cola durante horas para ver un partido de fútbol o una película que les gusta en el cine.  Estos son actos que no entrañan grandes sacrificios y que le proporcionan placeres más o menos inmediatos.   Pero cambiar de vida requiere un esfuerzo mucho mayor y la gratificación es algo que se irá obteniendo poco a poco.  Muchas personas que abandonan su propósito de cambio, no tienen paciencia para esperar a obtener los resultados deseados.  

Otra causa de los abandonos hay que buscarla en la tendencia que tienen algunas personas a mantener las cosas como están, a no alterar su rutina.  En cuanto una actividad rompe de alguna manera esa rutina, dan marcha atrás.   Esto explica que los cambios importantes en la vida puedan provocar una sensación de inseguridad en el individuo.

Hay personas que dejan que su mente les de toda clase de excusas para no hacer lo que en el fondo quieren hacer.  Una de las más socorridas es la frase “no tengo tiempo” o “esto es muy difícil para mí”.   Hay quien se justifica con una frase aparentemente positiva:  “Si yo pudiera claro que lo haría”.   Todos estos pensamientos demuestran una voluntad débil y también falta de confianza en sí mismo.   

La forma más sencilla de neutralizar todas esas tendencias  es concentrar los esfuerzos en obtener pequeños triunfos, logros que aumenten la autoestima y generen confianza en sí mismo.   Cualquier cambio inmediato en la forma de ser de la persona, servirá a ésta de acicate para continuar.  Es más fácil conseguir éxito en pequeños trabajos que no requieran demasiado esfuerzo.   Así día tras día, logro tras logro, se consiguen dos objetivos fundamentales:   comprobar que se es capaz de hacer el camino, y continuar en éste pase lo que pase.  

Para cambiar, la persona necesita adquirir una nueva imagen de sí misma, dejando de lado las negatividades que traiga del pasado.  Debe reforzar sus puntos débiles potenciando la positividad constantemente.  Por último, debe evitar sentirse culpable si el progreso es lento o si tiene recaídas.  Será necesario que se convenza de que es capaz de cualquier cosa, y que si el camino es duro, es normal que le cueste recorrerlo y que tenga que superar obstáculos.    Que todo aquel que comienza evite querer ser perfecto en poco tiempo,  porque la perfección no se puede conseguir en un día, ni siquiera en muchos años.  


Por qué algunos familiares y\o amigos de una persona se oponen o le dificultan el camino espiritual?


Es frecuente que los que comienzan su camino de superación personal topen con la resistencia de su entorno, resistencia que a veces es muy negativa. No lo dudéis, habrá personas que querrán que fracaséis en vuestros objetivos, que no lleguéis a la meta. Y no me refiero a las que actúan por egoísmo, envidia o por querer hacer daño, sino a los que creen de verdad que os estáis equivocando. Esto no debiera sorprenderos. ¿Por qué? Porque la gente se comporta con vosotros como vosotros mismos les habéis enseñado a hacerlo. Hay que tener en cuenta que si siempre os han visto de una forma determinada, en este caso como personas “normales”, el que de pronto queráis cambiar, les descoloca. Por eso el que confiesa a sus allegados sus deseos de cambio, de hacer un camino espiritual, etc., no debe esperar su ayuda, sino todo lo contrario. Algunos se burlarán, otros pensarán que ha perdido la razón, o que le han engañado como a un niño pequeño

     

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